Nunca es tarde para enderezar el camino, nos enfrentamos a diferentes niveles de desarrollo de las personas y asimismo diferentes situaciones cada día, que hacen que el ejercicio del liderazgo sea necesariamente cambiante, como lo exponen Paul Hersey y Ken Blanchard en su tan mencionado modelo y sumado a ello la gestión de las emociones como un nuevo “ingrediente” que resulta ser bastante “protagónico”.
Con seguridad nos encontraremos con muchas acciones y comportamientos que puedan resultar útiles y acertados a la hora de liderar para fidelizar. Cabe recordar que con ello se logra mayor compromiso y a su vez mayor productividad de las personas para la obtención final de los objetivos que se hayan trazado.
Compartimos con ustedes 4 tips que pueden ser de mucha utilidad en este sentido:
Realice seguimiento. Nada peor que un seguimiento insuficiente en donde el empleado no recibe “feedback” sobre su rendimiento. Las personas tenemos la necesidad de saber en que medida estamos aportando en el camino hacia la consecución de los resultados de equipo. Además, un buen consejo nunca sobra y una comunicación efectiva es la base para una adecuada relación líder – empleado, dinamizándola y construyendo también confianza.
Cultive confianza. A propósito de la confianza. Un líder tiene como uno de los retos principales el construir confianza para fortalecer el compromiso de sus colaboradores. Practique con el ejemplo, que sus acciones sean coherentes con lo que dice, sea integro, involúcrese y no pierda el contacto con la realidad del día a día y sobre todo, deposite confianza en sus empleados. Adicionalmente existe algo que resulta ser clave para inspirar confianza hacia su equipo de trabajo y es tener una visión clara, siempre un plan que funcione y sobre todo la competencia adecuada para ponerlo en marcha, así que nunca deje de formarse y de aprender nuevas formas de gestionar.
No genere sentimiento de infravaloración. Lo mencionábamos antes, las personas tenemos necesidades y una de ellas es la necesidad de estima, de reconocimiento. Otorgue el crédito correspondiente al trabajo bien hecho, premie y exalte los logros de su equipo, manténgalos informados de la situación de la empresa y de lo que les compete, involúcrelos, de no hacerlo lo único que logrará es que tengan argumentos para comenzar a desatender sus tareas, pierdan la motivación y finalmente puedan tomar la decisión de dejar la empresa, aumentando costos por rotación, pero sobre todo las pérdidas por “fuga de talento”. Recuerde que la gestión de las emociones es uno de los principales retos de los líderes actuales.
Evite el estrés por sobrecarga en su equipo. El líder debe vigilar permanentemente el “balanceo de cargas de trabajo” de su equipo. Frecuentemente se genera estrés por sobrecarga de trabajo lo cual afecta no sólo a quien lo tiene sino también al equipo en general. La tarea del líder aquí está en identificarlo, trabajar en ello para balancearlo y reducirlo apuntando a la mejora de la productividad, compromiso y fidelización de los empleados. Siempre va a tener recompensa el tratar bien a sus empleados, tratarlos como personas y pensar siempre en su bienestar.
Liderar significa comprometerse y al hacerlo debemos ser conscientes que se trata de conseguir la implicación de las personas, generar y retribuir la confianza, estar el tanto de los compromisos, inspirar, reconocer, ser justo y sobre todo apoyar al equipo. Estas son tan sólo algunas de las tareas que como líderes debemos asumir y ejecutar de la mejor manera, quizá así seamos capaces de contribuir en la fidelización de las personas con los objetivos de equipo y con la empresa y evitar que se marchen.
Inspirado en el libro “7 razones ocultas por las que los empleados se van” Leigh Branham
Cultive confianza. A propósito de la confianza. Un líder tiene como uno de los retos principales el construir confianza para fortalecer el compromiso de sus colaboradores. Practique con el ejemplo, que sus acciones sean coherentes con lo que dice, sea integro, involúcrese y no pierda el contacto con la realidad del día a día y sobre todo, deposite confianza en sus empleados. Adicionalmente existe algo que resulta ser clave para inspirar confianza hacia su equipo de trabajo y es tener una visión clara, siempre un plan que funcione y sobre todo la competencia adecuada para ponerlo en marcha, así que nunca deje de formarse y de aprender nuevas formas de gestionar.
No genere sentimiento de infravaloración. Lo mencionábamos antes, las personas tenemos necesidades y una de ellas es la necesidad de estima, de reconocimiento. Otorgue el crédito correspondiente al trabajo bien hecho, premie y exalte los logros de su equipo, manténgalos informados de la situación de la empresa y de lo que les compete, involúcrelos, de no hacerlo lo único que logrará es que tengan argumentos para comenzar a desatender sus tareas, pierdan la motivación y finalmente puedan tomar la decisión de dejar la empresa, aumentando costos por rotación, pero sobre todo las pérdidas por “fuga de talento”. Recuerde que la gestión de las emociones es uno de los principales retos de los líderes actuales.
Evite el estrés por sobrecarga en su equipo. El líder debe vigilar permanentemente el “balanceo de cargas de trabajo” de su equipo. Frecuentemente se genera estrés por sobrecarga de trabajo lo cual afecta no sólo a quien lo tiene sino también al equipo en general. La tarea del líder aquí está en identificarlo, trabajar en ello para balancearlo y reducirlo apuntando a la mejora de la productividad, compromiso y fidelización de los empleados. Siempre va a tener recompensa el tratar bien a sus empleados, tratarlos como personas y pensar siempre en su bienestar.
Liderar significa comprometerse y al hacerlo debemos ser conscientes que se trata de conseguir la implicación de las personas, generar y retribuir la confianza, estar el tanto de los compromisos, inspirar, reconocer, ser justo y sobre todo apoyar al equipo. Estas son tan sólo algunas de las tareas que como líderes debemos asumir y ejecutar de la mejor manera, quizá así seamos capaces de contribuir en la fidelización de las personas con los objetivos de equipo y con la empresa y evitar que se marchen.
Inspirado en el libro “7 razones ocultas por las que los empleados se van” Leigh Branham
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